La mayoría de niñas y niños que llegan a MARSH a vivir tienen raíces indígenas, llegan desde las alturas de las sierras, regiones conocidas por su extrema pobreza. En estas zonas a las niñas las venden con el objetivo de que se casen y a los niños los ponen a trabajar desde muy pequeños. Cuando llegan a MARSH, entran llenos de esperanza y energía, algunos incluso no hablan español, pero aprenden muy rápidamente.
Cuando el equipo de Water Saves Lives llegó al recinto, se pudo percatar de lo felices que son las y los niños viviendo ahí, de la autonomía que tienen, del orden con el que se manejan y de los valores que les han inculcado, pues en todo momento fueron muy respetuosos, agradables y se dirigían cariñosamente a los miembros del equipo como “Tía y Tío”.
Este sin duda fue uno de los lugares ideales para donar una potabilizadora de agua, pues hay que resaltar que el recinto se encuentra justo frente a la playa, así que después de la llegada de Otis se necesitó aún más ayuda que antes, entre estructuras enteras que se cayeron, la escasez de comida y agua para cubrir las necesidades básicas de las y los niños, había que apoyar de alguna manera.
La donación ha beneficiado a más de 100 personas que se encuentran diariamente en el recinto, entre niñas, niños y personal que labora 24/7. Desayunan, comen y cenan en este lugar, ahora pueden tomar agua limpia para no enfermarse. Jovita Godínez, directora de la institución nos regala unas lindas palabras
"Yo creo que han hecho el milagro de la vida porque tenemos mucho problema con el agua y después de Otis las cosas se complicaron mucho, pero doy gracias que los mandaron aquí para poder apoyar a estas criaturas".
Queremos agradecer a todas y todos nuestros donantes, por ayudarnos a hacer la diferencia. Su apoyo es indispensable y nos anima a continuar comprometidos con nuestro trabajo.
Selene Roa
Yolanda Chávez
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